Después de una visita al dentista, especialmente tras un tratamiento que requiere anestesia local, es común sentir adormecida una parte de la boca durante varias horas. Esta sensación, aunque normal y temporal, puede resultar molesta, especialmente si tienes otras actividades durante el día. A continuación, te contamos algunos trucos y recomendaciones para que se pase antes la anestesia del dentista de manera segura y natural.
¿Por qué se mantiene la anestesia durante tanto tiempo?
La anestesia dental bloquea temporalmente los nervios que transmiten el dolor en la zona tratada. El tiempo que permanece activa depende de varios factores: el tipo de anestésico utilizado, la cantidad administrada, tu metabolismo y la zona donde se aplicó.
Por lo general, los efectos de la anestesia duran entre 2 y 5 horas. Sin embargo, en algunos casos puede prolongarse un poco más. Aunque el cuerpo la elimina de manera natural, hay algunas acciones que puedes tomar para ayudar a acelerar ese proceso.
Trucos para reducir el efecto de la anestesia dental
1. Mover suavemente la zona
Una vez que el dentista te autorice, puedes comenzar a mover la boca, abrir y cerrar la mandíbula o hablar con naturalidad. Estos movimientos ayudan a activar la circulación sanguínea en la zona, lo que favorece la absorción del anestésico y acelera su eliminación.
2. Aplicar calor externo
Colocar una compresa tibia en la mejilla del lado afectado puede estimular el flujo sanguíneo y ayudar a que se pase antes la anestesia del dentista. Eso sí, asegúrate de que la temperatura sea agradable para evitar quemaduras. Hazlo durante 10 a 15 minutos, con descansos entre cada aplicación.
3. Mantente en movimiento
Realizar una caminata ligera o alguna actividad física moderada puede favorecer la circulación general del cuerpo y, por lo tanto, ayudar a metabolizar más rápidamente la anestesia. Evita, eso sí, ejercicios intensos justo después de un procedimiento dental.
4. Masajear la zona cercana
Siempre con suavidad y sin tocar la zona tratada directamente, puedes masajear ligeramente la mejilla o la mandíbula para estimular la circulación. Esto puede hacer que se pase antes la anestesia del dentista sin poner en riesgo tu recuperación.
5. Hidratarse bien
Beber agua ayuda a que tu cuerpo elimine los residuos del anestésico por vía renal. Mantenerte bien hidratado no solo mejora tu recuperación, sino que también favorece que el efecto de la anestesia se disipe antes.
Qué evitar después de una anestesia dental
Mientras aún sientas adormecida una parte de tu boca, es muy importante evitar:
- Comer alimentos calientes: podrías quemarte sin darte cuenta.
- Masticar chicles o alimentos duros: existe el riesgo de morderte la lengua, mejilla o labios.
- Dormir con la boca aún dormida: podrías generar presión sin notarlo en la zona tratada.
Esperar a que la sensibilidad regrese por completo es clave para evitar lesiones accidentales.
¿Cuándo preocuparse si la anestesia no se va?
Si han pasado más de 6 horas desde el procedimiento y la zona sigue completamente dormida, te recomendamos contactar con tu dentista. En raras ocasiones, puede haber una reacción del nervio o una inflamación que prolongue el efecto de la anestesia.
En Tres Forques Dental estamos siempre disponibles para atenderte si sientes que la recuperación no sigue su curso normal.